A pocos kilómetros de San Rafael se encuentra Valle Grande. Allí hay diversas actividades de turismo aventura y deportes acuáticos para realizar: rafting, cool river, rapel, tirolesa, trekking entre otras.

Con cada persona que nos cruzamos en Mendoza, nos recomendaba no solo recorrer El Nihuil y el Cañón del Atuel, sino también hacer alguna de esas actividades que Valle Grande te propone.

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Ya de por sí el lugar es fantástico. Parece que el Rio Atuel tiene una especie de hechizo que hace que no puedas dejar de verlo. Aguas cristalinas cuando estas cerca y de un color verde esmeralda de lejos. Desde la orilla podíamos apreciar la velocidad con la que corre y los rápidos que se generan haciendo que una adrenalina recorra nuestros cuerpos y tengamos ganas de estar ahí, en una de esas balsas que se ven cada tanto, con personas de todas las edades riéndose y disfrutando. Así que nos pusimos re felices cuando nos enterábamos que íbamos a poder hacer rafting en el Rio Atuel.

Cuando llegamos a la oficina de Kintun Expediciones nos recibió Barbi, hija de Ricardo Petrelli el fundador de la empresa familiar que hace más de 20 años opera en Valle Grande. Nos contó sobre su experiencia viajando en combi desde Mendoza hasta Perú. No es raro que el destino vaya juntando a los apasionados por los viajes.

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Cuando llegó la camioneta y empezaron a cargar la balsa y los elementos de seguridad empecé a sentirme con ansiedad pero de la buena. ¡Ay qué emoción!

Nos despedimos de Pioja y Pumba que se quedaron en la oficina durmiendo al cuidado de Barbi y su hermano y nos subimos a la camioneta.

Nos saludamos entre todos los que íbamos a estar en la balsa y nos presentamos con Juancho, el mejor instructor que te puede tocar. No solo te cuenta sobre lo que es el rafting sino que te va contando sobre el Rio, sobre Valle Grande, sobre otras actividades que podes realizar en todo Mendoza. Porque si algo tiene Mendoza es turismo aventura.

Llegamos al punto de embarco. Hacía bastante calor, asi que antes de ponernos los chalecos salvavidas, nos sacamos las remeras. También nos pusimos unos cascos. Dejamos nuestras pertenencias a cuidado de quien conducía la camioneta de apoyo y nos dispusimos a ayudar a Juancho a bajar la balsa al Rio.

Nos sentamos y comenzó la charla de seguridad, sobre el uso de los remos, las ordenes que debíamos cumplir para coordinarnos entre todos los movimientos y mantener la balsa a flote.

El Rio Atuel tiene un grado de dificultad de 2 a 3 en la escala internacional que llega hasta 6. Esto significa que pueden disfrutar de la experiencia de hacer rafting tanto grandes como chicos.

Empezamos a dejarnos llevar por el Rio, el cual es caudaloso lo que hace que la aventura se sienta y se viva desde el primer momento.

Atravesamos los primeros rápidos, nos mojamos, nos reímos, festejamos y seguimos. A esta altura todos los miedos que podíamos tener quedaron atrás. Es más, queremos y deseamos que pase lo más lento posible para poder disfrutar al máximo.

Avanzamos, remamos hacia adelante, hay ramas que debemos esquivar, algunas nos pegan pero no sentimos dolor, es tanta la emoción que recorre el cuerpo que un simple golpe no nos distrae.

Juancho conoce el Rio a la perfección. Nos lleva hacia los rápidos más profundos, nos hace surfear la ola (ver vídeo parte 2), nos hace ir contras las rocas.

El Rio Atuel tiene partes donde hay muchos rápidos y luego aparece un remanso. Parece que alguien o algo pasó una plancha de lado a lado. El color turquesa se aprecia mucho más. Ahí podemos relajarnos, charlar sobre lo que vivimos, lo que sentimos.

En los espacios en que el Rio se vuelve calmo, navegamos  observando todo a nuestro alrededor. Las montañas, los colores que van cambiando de acuerdo a donde se encuentre el sol, los ruidos del agua y de los pájaros.

Casi al final del recorrido, que suele ser de 10 kilómetros, Juancho nos dice que es posible tirarnos al Rio y dejarnos llevar. Ale no lo dudo ni un segundo y contra la opinión negativa de la mayoría, se tiró de cabeza. Yo también me tiré pero mi entrada al agua fue con el clásico “palito”.

Otra experiencia digna de no perderse. Te acostas sobre el agua y te va llevando. El agua está fría, si, pero a los pocos segundos el cuerpo se aclimatiza y deja poder disfrutar del momento.

Volvemos a la balsa y seguimos remando. Sabemos que se acerca el final. Unos rápidos más, risas, festejos y la charla sobre las diferentes sensaciones hasta que llegamos al lugar donde desembarcamos.

Nos estaba esperando el vehículo de apoyo. Nos sacamos los chalecos y los cascos, volvemos a la camioneta y nos dirigimos hacia la oficina de Kintun.

Teníamos una sonrisa de oreja a oreja, la misma que se puede ver en los vídeos. Nos despedimos de Juancho, Barbi y el resto de los que se encuentran allí y nos fuimos con una alegría inmensa en el corazón porque el rafting en el Rio Atuel nos hizo sentir niños de nuevo, con todo lo que eso significa.

 

¡Gracias a Kintun Expediciones por invitarnos a hacer rafting en el Rio Atuel!

 

Datos para hacer Rafting en el Rio Atuel:

Kintun Expediciones se encuentra en el kilómetro 18 de la Ruta Provincial N° 173

– Es un actividad para todas la edades.

– Época del año: de septiembre hasta abril.

– El precio del recorrido intermedio es $180 por persona (dato actualizado a diciembre 2014)

– La duración del recorrido es de una a dos horas.

– Consulten por el Rafting en el Rio Atuel en la noche, en especial cuando hay luna llena.

– Pueden consultar y conocer sobre las actividades que ofrecen en su pagina web: Kintun Expediciones