En esta publicación vamos a contarles nuestra experiencia
de trabajar en temporada en Brasil.

playa de canasvieiras despejado - trabajar en temporada en brasil

Una de las primeras cosas que queremos dejar en claro es que, para poder trabajar en temporada de forma legal, hay que ser residentes temporarios o permanentes. Si no, estarías incurriendo en un delito y, en caso de que te sorprendan trabajando sin el permiso, el castigo es desde una multa hasta la deportación.

Nosotros estuvimos en Canasvieiras, Florianópolis de diciembre 2015 a febrero 2016. Así que, todo lo que lean en esta publicación debe ser ubicado en ese lugar y en esa fecha.

El 10 de diciembre, cuando todavía no había comenzado la temporada alta en la costa de Brasil, estábamos conociendo una de las playas más concurridas del norte de la isla.

Eso fue una ventaja muy grande.

Al llegar antes que los turistas, tuvimos tiempo para darnos a conocer y también para reconocer las oportunidades.

Al mismo tiempo fue una desventaja.

Teníamos una amplia lista con diferentes negocios para emprender. Y todos coincidían en una cosa: “en un mes y medio vas trabajar de sol a sol pero vas a hacer diferencia”.

Pero siendo fieles a nuestro estilo, dejamos que el camino nos sorprenda, también en esta primera experiencia de trabajar en temporada de verano en Brasil.

trabajar en temporada en brasil - Vir trabajando en la playa con artesanías

El primer día, aprovechamos unos bambúes para armar un paño y poder caminar por las playas mostrando nuestras artesanías. Al mismo tiempo, con unos caños de pvc que encontramos en la calle, armamos otro paño y lo dejamos colgado en la kombi.

Durante dos días me recorrí de punta a punta la playa de Canasvieiras y un poco la de Cachoeira.

trabajar en temporada en brasil - uno de nuestros puestos de artesanías

Consejo n°1 (y no solo para trabajar en temporada, sino para la vida) siempre saluda con una sonrisa a todos. Pero una sonrisa sincera, porque se nota cuando es forzada y eso trae desconfianza.

Yo estoy segura que eso me ayudó a que la mayoría de los vendedores de la playa me aceptaran. Incluso, sabiendo que soy “gringa”, es decir, extranjera y no es algo que les agrade demasiado.

El segundo día, cuando terminé la tercera vuelta, volví con una idea en la mente que le comenté a Ale. Observé que las personas tomaban mucha cerveza en la playa pero no se vendía maní.

“¡¿Cómo no se vende maní con la cerveza?! ¡Si son la pareja perfecta!”

Estaba como indignada.

Le dije que con la ganancia de ese día podíamos comprar un kilo de maní más unas bolsitas y fraccionarlo. Creo que me vio tan entusiasmada que no pudo decirme que no.

Forré una caja con una tela y salí esperanzada a ofrecer “amendoim salgado” (traducción al español: maní salado).

Solo vendí un paquete.

¿A qué están pensando que fue un día malo?

playa de canasvieiras y muelle super nublado - trabajar en temporada en brasil

La mayoría de los días terminaban en tormenta.

Para mí no.

Mientras iba caminando, un hombre me preguntó por qué no vendía “amendoim com pele” (maní con cascara), que al brasilero le gusta más que el que yo brindaba.

Le expliqué que, como todavía no tenía bien dominado el portugués o portuñol, apuntaba más a venderle al público argentino, uruguayo, chileno, etc.….

Lo primero que me dijo es que no dude de mis capacidades. Después, que si no me animaba a hablar portugués, nunca iba a aprender. Y por último, me dijo que lo mejor era que venda cerveza con maní.

Me explicó que el trabaja con cerveza, agua y gaseosas en otra playa. Me dijo dónde podía comprar algún carrito, los precios de costo y venta, dónde conseguir el hielo más barato.

Yo primero dudé, no lo voy a negar. Pero como soy transparente, se ve que lo noto y me aclaró que estaba diciéndome todo eso porque me vio con actitud positiva (por la sonrisa) y con ganas de trabajar.

Pero eso no es todo. Seguí caminando y casi al final de la playa, me cruce con un matrimonio de Córdoba que me hizo el chiste de que el, en su ciudad, vendía más barato el maní.

Nos pusimos a hablar del viaje y de lo que teníamos pensado trabajar en temporada y me preguntó por qué no vendía también cerveza. Eso sin contarle la charla anterior.

Y yo, que creo en las señales, volví con una sonrisa, aun habiendo vendido solo un paquete, a contarle a Ale que tenía un nuevo plan.

Averiguamos los precios de los carros y no nos alcanzaba el dinero para invertir en comprar uno. Así que, decidimos improvisar con lo que teníamos.

Así fue como el “salchimóvil” se convirtió, por unos días, en el carrito para llevar la heladerita de telgopor.

trabajar en temporada en brasil - Vir con el carrito de bebidas

El primer día, compramos 12 latas de cerveza. Seis de cada marca que nos comentaron que más se vendían en la playa.

Con lo que ganamos, compramos 24 para el segundo día. Para el tercer día, sumamos una docena más. El cuarto día, incorporamos un pack de 12 gaseosas cola y seis botellitas de agua mineral.

Ale iba todos los días con la bicicleta a la distribuidora y se hizo compinche con el dueño. Cuando le preguntó cómo vendíamos en la playa, no lo podía creer y le recomendó un carrito preparado para el trabajo que estábamos haciendo, para que no nos dañemos la espalda y podamos cargar más productos.

Cuando fui a verlo, le expliqué de nuestra situación y me dijo que no nos hagamos problema, que nos los daba a pagar en 3 cuotas.

Esto es para los que creen que a los argentinos no nos tienen confianza en otros países o que tenemos “fama” de muchas cosas no tan lindas.

Eso sí, y es parte del consejo n° 2, si depositaron confianza en vos, no defraudes a la persona.

¿Y qué tiene que ver esto con trabajar en temporada alta?

Sencillo. Imaginate que te dieron una oportunidad en un local de comidas y tu actitud no es la mejor y te vas. Te podemos asegurar que lo que pasó se van a enterar muchas más personas de lo que te imaginas. Y eso te puede cerrar puertas, en vez de abrirte ventanas.

Los días fueron pasando y Sergio, aquel hombre que me dijo de vender cerveza, tuvo razón. A medida que me animaba a hablar en portuñol, cada vez comprendía mejor a los brasileros y ellos sentían lo mismo.

Ale se los puede decir, tardaba más de dos horas en caminar ida y vuelta la playa de Canasveiras que serán unos 4 o 5 kilómetros de largo.

En parte era porque arrastraba un carrito con más de 40 latas, 12 botellas y 10 kilos de hielo pero la verdad verdadera es porque me la pasaba hablando con todos, vendedores, posibles clientes o no, personas que viven todo el año en Florianópolis. Con todos.

Esta foto nos la sacó Orlando, de Cadena 3.

Eso hizo que generáramos relaciones muy lindas. Incluso, nos despedimos y la mayoría nos dijo que nos esperan para trabajar la temporada que viene.

Si, el hablar, el relacionarte con los demás, es el consejo n° 3.

No me voy a olvidar más cuando iba caminando por la playa y fue otro vendedor de bebidas el que me avisó que había fiscalización. Él podría no haberme dicho nada pero lo hizo y me dijo qué porque me consideraba una buena persona, más allá de que fuéramos “competencia”.

Orlando nos hizo una linda nota para Cadena 3. Pueden leer o escuchar la entrevista aquí.

O cuando comencé a ir a vender nuestras artesanías a la calle principal por las noches y, gracias a ser simpática, Dai y Danielle me dieron un lugar para poner mí puesto al lado del de ellas, muy bien ubicado e iluminado.

No solo eso.

Había pasado una semana en la que todas las noches me guardaban un lugar y que nos pasábamos las seis u ochos horas, hablando de todo lo que se les ocurra.

Una tarde, mientras armábamos los puestos, tres mujeres se acercaron a preguntar sobre lo que ellas vendían. Pero como estaban ocupadas, y ya me sabía de memoria el “speech de venta”, me puse a vendérselo yo (era fácil porque eran argentinas).

Cuando le voy a dar el dinero de las ventas, Dai me comenta que Danielle se iba a Sao Paulo por una semana o diez días, y que necesitaba a alguien que la ayudara. Si podía trabajar con ella y, al mismo tiempo, tener mi puesto a cambio de un monto fijo por día, venda lo que se venda.

Hubo dos días que también trabajé con otro puesto de los chicos que hacían tatuajes de henna al lado mío, porque veían que yo vendía bien entre los turistas que hablaban español.

Y si, el trabajar en temporada en Brasil y hablar en español es una gran ventaja. Porque después, me llamaban de otros puestos para preguntarme o para que intervenga en alguna venta.

Hasta acá, esta fue nuestra primera experiencia de trabajar en temporada de verano en Florianópolis, más específicamente, en la playa de Canasvieiras, al norte de la isla.

Trabajar en temporada de verano en Brasil también nos dejó marcas en la piel.

Trabajar en temporada de verano en Brasil también nos dejó marcas en la piel.

Hay mucha oferta para trabajos. Ya sea en la playa por tu cuenta o en locales, hoteles, restaurantes. Lo que sí, tengan en cuenta que si no tienen permiso, es un poco más difícil que te contraten porque se exponen a una multa si los descubren.

Un dato que no es para nada menor, es que esta temporada que pasó fue la peor en los últimos 10 años. Así lo expresaron todos. Porque nosotros, al principio, pensábamos que nos habían mentido, pero después entendimos que no.

Esto lo comentamos para que lo tengan en cuenta si están pensando en ir a trabajar en temporada en las próximas vacaciones. Lamentablemente, por la crisis que está atravesando Brasil y Argentina, repercute mucho.

 

Hay más información útil en la publicación sobre argentinos que viven o viajan por Brasil que te va a ayudar sin tenes pensando trabajar en temporada allí.