Perdidamente enamorada del Parque Nacional Tierra del Fuego
La primera vez que visité el Parque Nacional Tierra del Fuego tenía 12 años. Fue en el año 96 cuando, por motivos laborales de mi padre, nos mudamos a Río Grande. En esos años, las escapadas de fin de semana eran a Ushuaia y al Parque. Después de casi quince años, el...Gualeguaychu: buena suerte, buena vida.
Apenas entramos a Gualeguaychu, una señora nos dijo «buena suerte, buena vida». Desde ese momento, la magia de la ciudad se presentó día a día.
En las manos del destino (o de una moneda)
Las sensaciones de viajar en bicicleta quedaron intactas en los tres meses que tuvimos que esperar hasta volver las rutas. Otra vez, viviendo en las manos del destino o de una moneda también.
El cruce de la cordillera menos esperado
Cuando decidimos hacer el cruce de la cordillera para seguir nuestro viaje por Chile nunca imaginamos que sería de la forma que fue.