Lo primero que se nos viene a la mente cuando pensamos en viajar es que se necesita mucho dinero. Y, si bien no te voy a decir que es posible viajar gratis, sí quiero compartir algunas acciones que hacen que tu viaje sea más económico.

No solo si es porque no tienes mucho dinero, también estos consejos te sirven para destinar ese ahorro en hacer alguna actividad que te guste y que no siempre puedes.

Por ejemplo, en Brasil, todo lo que podía ahorrar era destinado a comprarme un açaí na tigela. Es un smoothie que se sirve acompañado de granola o avena. El açaí es un fruto del Amazonas que es rico en nutrientes.
Algo que aprendí en mis viajes es a buscar el equilibrio. ¿Qué quiero decir con esto? Que si, por ejemplo, durante dos semanas hacía un esfuerzo para ahorrar y viajar barato, luego tenía que recompensarme de alguna manera. Aprendí que no la terminás pasando bien si durante meses de viajes estás todo el tiempo limitándote y no te das gustos para pasarla bien.

Entonces, espero que estos consejos te ayuden ya sea para que puedas viajar a pesar de tener un presupuesto bajo o para ahorrar y destinar esos pesos a actividades que te gusten.

 

Consejos para ahorrar dinero mientras viajás

 

1 – Ahorrar dinero en el alojamiento

Existen varias opciones para alojarte en un destino. No siempre tiene que ser lo más caro y no siempre tenés que hospedarte de la misma forma.

Si no tenés problema para compartir habitación con desconocidos, el hostel suele ser una buena opción más económica que los hoteles. Además, otro beneficio, es que podés cocinarte (pero esperá, eso viene en el siguiente punto). Algunos también tienen habitaciones y baños por si viajás en pareja y preferís intimidad.
Ya sé, seguro que estás pensando “me gustaría tener la privacidad de un cuarto y baño que te da un hotel más la posibilidad de cocinar la comida como en un hostel pero que no sea costoso”.

Si además tiene incluido el desayuno es un golazo.

Y a tu pensamiento yo te respondo… ¡existe esa alternativa! La más conocida es Airbnb, una plataforma de múltiples tipos de alojamiento. Desde una habitación en un departamento hasta una casa quinta con pileta.
La otra opción es quedarte en casa de lugareños. Es más, de esta forma te ahorras completamente el costo del alojamiento porque no hay intercambio de dinero.

Sí, aunque te cueste creerlo, existen personas en el mundo que ofrecen abrir las puertas de sus casas a desconocidos a cambio de conocer tu cultura a través de vos. ¿No es genial? Durante mis viajes usé tanto Couchsurfing como Warmshowers (ésta última es solo para quienes viajan en bicicleta).

Como te dije al principio, lo ideal es buscar el equilibrio. Si durante un tiempo viajaste compartiendo habitación y/o casa y querés tener privacidad por unos días, no te reprimas. Ahora ya sabés que existen diferentes alternativas.

 

2 – Ahorrar dinero en la comida

Un poco ya adelanté en el punto anterior cuando comentaba que lo bueno del hostel, a diferencia del hotel, es que podés cocinarte y ahorrar dinero. Aunque, te voy a ser sincera, las veces que me hospedé en hoteles, fui al supermercado y compré para armarme sándwiches en la habitación. Eso sí, no es recomendable para todos los días porque no es saludable y te terminas cansando (aunque de los sándwiches yo creo que no podría cansarme nunca jaja).

Pero insisto con lo del equilibrio. Podés comer sándwiches o comida que te cocines unos días para ahorrar e ir a ese restaurante o bar que tanto te recomendaron y darte el gusto. ¿O no?

Y si sos de aquellas personas que no le gustan cocinar (ni siquiera un sándwich), la alternativa es buscar opciones dentro de la ciudad o pueblo que sean económicas. Por lo general, en el centro turístico todo es más caro que a los alrededores. Las personas que viven ahí saben y evitan esos lugares. Hablá con ellos y seguro te van a recomendar sitios donde comer rico y a un precio más accesible.

 

Ensalada en bolsitas. 

Una publicación compartida de Vir | Por las Rutas del Mundo (@porlasrutasdelmundo) el

Les cuento una anécdota. Tenía solo $20 (pesos argentinos) para comprar alimentos para hacer la cena y estaba antojada de tortilla de papas. Estaba en pleno centro de la ciudad y en la verdulería estaba el cartel que indicaba que el kilo de papa costaba $15. Es decir, no me dejaba margen para comprar ajo, cebolla y alguna cosa más como morrón o cebolla de verdeo o para hacer una ensalada de acompañante. No me di por vencida, caminé dos cuadras y vi a una señora con un carrito de compras. La saludé, le comenté mi situación y le pregunté dónde podía comprar buena verdura pero a un precio accesible. ¿Cómo terminó la historia? Por $20 compré todo para la tortilla y hasta para una ensalada. Antes que pregunten cómo hice, es una anécdota del 2013.

 

3 – Ahorrar dinero en el transporte

No te preocupes, no voy a decirte que camines toda la ciudad para ahorrarte unos buenos pesos. Aunque tenelo como alternativa porque además de ahorrar, ganás en salud. Pero si mencionarte alternativas a tomarte un taxi, por ejemplo, usando el transporte público.

O, por qué no, si sos de los que te gusta conocer y charlar con personas de otras culturas, compartir el auto. Hay varias aplicaciones y sitios webs donde fijarte quienes comparten sus vehículos, sus recorridos y horarios. Eso sí, compartes el gasto de combustible pero es menos que pagar un taxi y ganás en hablar y conocer la historia del lugar a través de quienes viven en ella. ¡Es genial!

Y si te da cosa eso de hablar con extraños o prefieres tener la libertad de ir a donde vos quieras y cuando vos quieras, está la opción de alquilar un auto. Incluso conozco personas que para recorrer varias ciudades de un mismo país, lo alquilan y viajan por todos lados con esa libertad.

Si no tienes límite de tiempo para viajar, podés probar hacer dedo también. Y una buena alternativa al transporte público es alquilar bicicletas.

En Santiago de Chile recorrí la ciudad en bicicleta pero sin el peso de las alforjas.

 

4 – Ahorrar dinero en los servicios turísticos

Y para esto necesitás un poco de planificación porque, por ejemplo, existen días en que las visitas a museos son gratis o con un importante descuento y claro, lo ideal es que lo sepas antes de llegar y que puedas organizar tus días en base a eso.

También averiguar si hay un pase o tarjeta de turismo donde pagando un monto equis tenés acceso a varios museos por la visita uno.

Otra alternativa son las visitas guiadas y gratuitas o a voluntad. Consejo, metete en los sitios webs de Cultura o Turismo de la ciudad e investiga qué es lo que ofrecen. Hasta podés enviarles un correo electrónico consultándoles o escribirles por alguna red social.

 

Como verás, hay varias opciones para viajar barato ya sea que tenés un presupuesto bajo o que querés ahorrarte en alguna cosas para gastar el dinero en otras que te dan placer y pensabas que no ibas a poder o que debías trabajar más para lograrlo.

 

¿Tenés más consejos para viajar barato y que no están en este post?
¡Compartilo en los comentarios!