Cuando digo que existen varias formas de viajar si te lo propones, no es una frase que lanzo al aire y nada más. ¡Es porque realmente las hay! 

Viajar haciendo House Sitting es algo que captó mi atención apenas me enteré de su existencia y que está en mi lista de pendientes.

 

Viajar haciendo House Sitting

¿Qué es House Sitting?

Traduciendo House Sitting al español, significa «cuidador de casas«. Y sobre esto se trata, de cuidar las casas, jardines y/o animales con los que convive una persona que debe ausentarse de su hogar por un tiempo determinado.

Ahora, si estás pensando que viajar haciendo House Sitting es solo hospedarte gratis puede que sea porque no reparaste en la importancia y responsabilidad que significa quedar al cuidado de una casa y de los animales que viven en ella (y que son muy queridos por los dueños del hogar) o del jardín con sus bellas flores (que también son apreciadas eh!).

A mi me encantó apenas leí sobre esto en la guía para viajeros que escribió Magalí Vidoz en su blog de viajes. Es más, me sentí, y siento, muy capaz de convertirme en un «sitter«, o sea el cuidador, sobre todo si mi tarea implica cuidar a los compañeros de cuatro patas, porque yo conozco en alma propia el amor que se siente por ellos, sean perros o gatos o cualquier animal.

 

¿Viajar haciendo House Sitting es gratis?


No. Tal vez no tengas que pagar alojamiento, pero a ti no te van a recompensar económicamente por cuidar la casa. Tus gastos deberán ser cubiertos por tu bolsillo. He leído sobre excepciones, pero son casos mínimos.

Además, para poder acceder a los datos de los «owner» (los dueños de las casas) deberás pagar una membresía anual en alguno de las webs de House Sitting.

Uno de esos sitios se llama Trusted Housesitters. Conocí de su existencia gracias a la publicación de Nómada Digital. Una vez que entré, empecé a imaginarme haciendo House Sitting. 

Me imagino escribiéndole a un dueño algo así: 

«(…) viajo junto a Pioja y Pumba, dos perras que me acompañan a todos lados y en todos los viajes. Puedes quedarte tranquilo/a de que cuidaré de tus amigos fieles con mucho amor y responsabilidad, de la misma forma que lo hago con Pioja y Pumba.»

Por las Rutas del Mundo | Uruguay

Pioja y Pumba disfrutando de unos días de descanso en una casa


Es más, yo pensaba (al igual que la mayoría) que en Latinoamérica no se usaría esta forma de viajar. Enorme fue mi sorpresa cuando descubrí que en Brasil (el país al que estoy por entrar y recorrer en bicicleta durante los próximos seis meses) hay varios solicitando cuidadores de casas.Y como si fueran señales que me llegan, aparece un sorteo en Nómada Digital para ganarse una membresía de un año de Trusted Housesitters.

¿Será que tendré mi primera experiencia como «sitter» en breve?  😀