Montevideo, julio de 2015.
Una de las cosas que siempre me preguntan es cómo hacemos para viajar en pareja y no pelearnos estando las 24 horas, los 7 días de la semana juntos.
Lo primero que voy a hacer es romper ese mito mágico que transmiten las fotos que compartimos (porque siempre subimos las que estamos juntos y sonriendo). Si, nos peleamos. Y a veces mucho más de lo que nos gustaría y por cosas que realmente no tienen sentido.
Y para que vean que no estoy faltando a la verdad, estoy escribiendo estas palabras en Montevideo mientras Ale está en Buenos Aires. Es decir, nos separamos.
“¿Cómo que se separaron?”
Sucedió que no hicimos caso a los consejos para viajar en pareja. Esos que muchas veces decimos pero que nos faltó poner en práctica.
La distancia tampoco es el fin. Muchas veces es necesaria para poder dejar enfriar emociones y dar lugar a que florezcan los sentimientos verdaderos y no los de un momento difícil y malos entendidos que se arrastran.
Con Ale nos une una historia de amor de casi nueve años, de los cuales, más de ocho fueron conviviendo. Es decir, nosotros nos fuimos conociendo en todos los aspectos. “Hicimos un curso intensivo de pareja” como solemos decir a modo de chiste.
Pero no es lo mismo estar de novios o convivir (casados o no, no viene al caso) que viajar en pareja. ¡Ah no! Se los aseguro y pongo mi firma donde quieran.
De todas formas, estos consejos sirven no solo para un viaje, sino para la vida en sí, y esperamos que les sirvan a todos, independientemente de si están por sumergirse en la experiencia de viajar en pareja.
Ante todo, la COMUNICACIÓN.
Y pongo la palabra comunicación en mayúscula porque es lo último que se debe perder (además de la esperanza, claro).
Nuestro error es muchas veces creer que sabemos lo que piensa o siente el otro. Peor aún, dar por supuesto los motivos por los cuales lo llevo a tener ciertas actitudes o hacer determinadas cosas.
En este punto no importan los años de pareja. Siempre hay que hablar y no dar por supuesto NADA.
Las personas crecemos, maduramos y el hecho de viajar produce muchos cambios en uno, en la perspectiva y forma de ver las cosas.
Lo que antes le molestaba al otro, puede que ahora no le de importancia o, al revés, y sea a vos a quien le fastidie algo nuevo.
En un viaje largo se tiene bastante tiempo “libre” (por así decirlo) y creo que una de las mejores inversiones es hablar y comunicarte con tu compañero de viaje (y de vida).
Hoy por ti, mañana por mí (y al revés también)
Aceptémoslo, compartimos el proyecto de viajar en pareja y recorrer el mundo pero no siempre tenemos los mismos intereses de cómo hacerlo.
Hay veces que, si uno puede, se debe ceder frente a un deseo del otro.
Estamos viajando de a dos, entonces, el itinerario debería estar compuesto de actividades que ambos quieran hacer y también de aquellos en los que no te llame la atención realizar pero que tampoco es algo que no harías.
Algo así debería ser:
“¿Querés ir hasta aquella calle para sacar la foto de la puerta de la casa donde vivió Pablo Neruda? Está bien, pero después vamos hasta arriba de aquel cerro para sacar una panorámica del puerto.”
No siempre se puede un 50 y 50
También existen las situaciones en las que uno no está dispuesto a negociar y hay que aceptarlo y respetarlo (y respetarse). Para eso volvemos al tema de la comunicación y el poder tener la libertad de expresar lo que nos gusta y lo que no.
Pongamos un ejemplo: Ale quiere ir a hacer un trekking y yo no quiero porque estoy cansada. No va a estar bueno ni que el deje de subir el cerro por mí, ni que yo haga algo que no quiero. ¿No?
Pero no debería tomarse como algo negativo que no podamos compartir una actividad. Por el contrario, es el momento indicado para el próximo consejo.
¡No te pongas denso/a!
Una de las cosas que aprendimos antes de comenzar a viajar, y que implementamos en el viaje, es el respetar los tiempos y momentos en los que necesitamos estar solos.
Siguiendo con el ejemplo anterior, se debe lograr poder tomar la decisión de que cada uno haga lo que desea sin que el otro se vea perjudicado en sus intereses.
Ale puede realizar el trekking y yo aprovechar para realizar una actividad que me guste o tenga ganas de hacer.
A su vez, si no ha habido situaciones como la del ejemplo, hay que hacerse de ese momento. Ya sea para leer un libro, escribir, o simplemente mirar el atardecer en silencio (bue, viajando con dos perras es un poco difícil lo del silencio).
En las buenas y en las malas
Como dije más arriba, viajar te cambia y muchas veces eso viene acompañado de momentos en los que cuesta poder tener una sonrisa o estar optimista.
Es normal, salís de tu zona de confort y observas como los prejuicios que tenías se van desmoronando, al mismo tiempo que tu perspectiva se modifica y, seguramente, existen cosas del viaje que no resultaron cómo habías imaginado
Acá abro un paréntesis para dar otro consejo: no idealicen ni situaciones ni personas ni lugares. Dejen fluir y que sea como es. No es ser conformistas, es aprender a no vivir decepcionándose. 😉
Lo sensacional sería que uno pueda apoyar y sostener al otro. Pero… ¿qué pasa cuando son los dos los que se bajonean? Lamentablemente, la única respuesta que tenemos es la menos amigable para un viaje en pareja.
En parte, esta situación que describo fue la que nos sorprendió hace unas semanas y, entre otras tantas cosas, desencadenó la separación. Los dos estábamos mal y, en vez de ayudarnos y apoyarnos, potenciamos todas las emociones negativas.
Se viaja para disfrutar. ¿O no?
Otras de las situaciones que intentamos cambiar, pero todavía no lo logramos en su totalidad, es poder, de vez en cuando, darnos esos gustitos que te levantan el ánimo.
Alguna comida especial, la compra de un suvenir o simplemente un día de descanso, durmiendo hasta tarde. En fin, relajarse y disfrutar.
Muchas veces, por falta de comunicación, hemos llegado a un punto de saturación y fastidio que hubiéramos revertido si nos dábamos el tiempo necesario para disfrutar y descansar.
Lo pasado, pisado
“Remontar el barrilete en esta tempestad
sólo hará entender
que ayer no es hoy
que hoy es hoy
y que no soy actor de lo que fui.”
Ese párrafo corresponde al tema “Spaghetti del Rock” de la banda argentina Divididos.
Ya sé que a veces hay varias interpretaciones para una misma letra, pero hoy no puedo dejar de asociar ese párrafo, más específicamente cuando dice “que ayer no es hoy, que hoy es hoy” al tema que me concierne.
Si ayer tuviste una discusión, fue ayer. No la remontes, no la traigas a hoy. Cada pareja tiene su forma de reconciliarse de esas discusiones diarias y del momento.😉
Ayer fue ayer, hoy es hoy y hay que disfrutarlo. ¿No?
¿Qué pasó? ¡Yo no hice nada!
Este es como un auto consejo. Me estoy riendo mientras lo escribo por lo tonta que me siento. Pero las personas no reaccionamos de la misma manera y durante el viaje se pueden presentar algunas (o varias) situaciones en las que nos pondrán al límite de un ataque (de llanto, de ira, de locura, etc.).
Si tu compañero está enojado porque no puede reparar eso de la bicicleta (o el vehículo que sea) o está molesto porque no pudo dormir la noche anterior… ¡No es contra vos!
No te lo tomes a personal. Respira profundo y pensá que ya se le va a pasar.
Y vos, que sabés que tuviste un mal momento y que se vio perjudicado el que te acompaña en este viaje, cuando se te pase, andá pensando de qué forma podes recompensar lo que sucedió.😉
La realidad es que la misma receta no tiene por qué funcionarle a todos. Existen muchos más consejos para viajar en pareja y no separarse en el intento.
Lo importante es respetarse y hacer crecer el amor que los une.
En nuestro caso, la distancia hizo que podamos enfriar la cabeza y dejar que afloren los verdaderos sentimientos (y los más fuertes).
Para que se queden tranquilos, fue una separación de dos semanas que nos ayudó a reflexionar. |
De nuestra última separación decidimos, no solo escribir estos consejos para viajar en pareja, sino ponerlos en práctica y apostar por seguir siendo compañeros de vida y de viaje.
¿Ya tuviste alguna experiencia viajando en pareja?
¿Qué tal te fue?
¿Tenés alguna otra recomendación como para no separarte en el intento? 😆
Felicitaciones por el coraje en escribir! Es increíble y si…es todo real!
Me emocioné mucho con el texto pero principalmente cuando habla de las fotografías.
Creo que nadie saca fotos de malo momentos.
En un viaje en bicicleta lo convivió y la superación física son muy duro. Quizás algunas veces nos tornados muy fuertes…tan fuertes que cuando peleamos hacemos lastimar mucho el otro.
Pero… la bicicleta enseña también que mañana es outro dia…y cuando se mira para ayer vamos todos a sonríe de las dificultades que quedó en pasado!
Sigan bien mis amigos… mucha fuerza para las pedaleadas y principalmente para el convivio. 😉
¡Hola Alanderson! Gracias por tan lindas palabras. Es así, nosotros vemos que muchos no muestran el lado «B» de lo que es viajar, como si todo fuera mágico y de color rosa. Creo que debemos ser honestos y decir que vivir viajando tiene sus extremos como el no viajar. Y coincidimos en que viajar en bicicleta te enseña que hoy es hoy y que mañana es otro día. Es increíble como el día después de haber pedaleado y que te duelan todos los músculos, ya no lo sientas, te olvides y puedas disfrutar el hoy. ¡Muchas gracias! Nos vemos en la ruta! 🙂
Hasta el final del relato sentía una sensación de desazón,porque a pesar de no conocerlos personalmente,les he seguido a traves de su pagina,Yo sé que no es facil convivir las 24 horas los 365 días del año.Trabajo en mi casa (Dibujo en cuero pirografía) y convivo distintas situaciones con mi esposa.Nos hemos separados ya 3 veces la última 3 meses y llevamos casados 30 años.Lo único que nos damos cuenta cuando la última vez que nos separamos fué cuanto la amo y ella a mi.Hay qye dejar cosas los dos y transar,Nosotros los hombres nos cuesta mucho por aquello del machismo enseñado desde niño,pero creo que donde hay amor genuino las cosas perduran a pesar de los contratiempos,discusiones y malhumores,
Me alegro mucho que ésto fuera tan solo por un tiempo y aguardo nuevos relatos de ustedes.Un abrazo muy grande desde Colón,Montevideo,Uruguay
¡Hola Juan Pedro! Si, nosotros en estos casi 9 años conviviendo ya nos hemos separado varias veces. Cuando vivís en casas separadas, creo que es mas fácil en las situaciones de peleas porque tenes tiempo para pensar y recapacitar. Cuando discutes y tienes que verte la cara porque convivís, es más complicado pero tenes la posibilidad de irte a lo de un amigo, por ejemplo. Viajando se hace más complicado. ¿Cómo haces para separarte si tenes una sola carpa? :p
Pero lo positivo es que todo aprendizaje y si, cuando hay amor genuino, pueden pasar mil tormentas pero siempre saldrá el sol. 🙂 ¡Abrazos!
Hola jajaja leo todo disculpen q me ria pero todo lo q escriben es lo q pasa cuando se viaja en pareja pero digo pareja no por viajar de novio con alguien sino porq nos conocimos entrenando en bici con una ex amiga digo ex amiga porq me bloqueo de todo una pena creo tambien porq me di cuenta q hacer cocloturismo no quiere decir hacer todo una parte es hacer en grupo por ejemplo te agarra la noche en ruta no te vas quedar en cualquier lugar pensando q algo le puede pasar a la otra persona quiero decir q siempre se tiene q pensar en dos. El problema de viaje fue corto de jujuy a a salta mas bien a cafayate por ruta 40 y bla bla bla paso loq estas contando y leyendo tu relato me toco porq ese dia llegamos a cafayate cerca de las 23 horas y lo menos q uno piensa es armar una carpa la otra parte queria alquilar una pieza dormir en cama eso fue todo el quilombo q paso lo q paso, pero para quedar claros nose creo q hice una ensalada de todo por escrbir y no olvidarme q creo q me olvido de algo jajaja es la madurez con q se refleja lo superado por ustedes sigan adelante chicos la vida es corta para perder el tiempo en eso un beso y suerte a seguir pedaleando esto q llamamos vida saludos.-
¡Hola Alexander! Si, de seguro que viajar acompañado, sea de tu pareja o de un amigo, no es fácil. Siempre que las decisiones deban ser tomadas por más de uno y que encima se tengan intereses diferentes, va a haber alguien que tenga que ceder. Creo que lo importante es aprender a convivir con el otro. 🙂
Me alegro mucho saber que sus diferencias fueron solucionados. Me siento muy identificada con todo lo que escribiste, hace un mes volví de un viaje largo con mi pareja de 6 años, resulta que no fue como habíamos idealizado, había tantas expectativas en este viaje, lo llamaba «el viaje de mi vida». Quizás fue eso mismo, las expectativas muy altas.
No pudimos solucionarlo, y decidimos separarnos al volver a Buenos Aires. Considere que en nuestro caso si no bancamos un viaje, menos vamos a bancar la vida misma.
Es increíble como viajar te cambia, en mi caso para bien, más allá de que haya significado el fin de una relacion.
Les deseo todo lo mejor en esta travesía, la sigo atentamente 🙂
¡Hola Mai! Si, yo aprendí que ponerse expectativas muy altas es vivir decepcionandose de hasta uno mismo. Al principio creí que era algo de conformistas, pero de a poco aprendí que dejando fluir y que las cosas sean como van a ser (de todos modos), uno vive y realmente disfruta el momento. Lo mismo sucede con las personas. También entendí, luego del primer viaje, que un viaje es la vida misma, no hay nada de mágico en vivir viajando… las situaciones adversas se presentan igual. Todo es aprendizaje y eso es lo positivo de rescatar. Saludos! 🙂
Qué valientes animarse a compartir vivencias íntimas de las partes menos «bonitas»
Y mucha fuerza y mimos para seguir adelante, a hablar, escuchar, darse espacios y compartir la vida en viaje que tanto nos hace crecer.
Abrazotes!!!
¡Hola Isa! Nosotros creemos que lo mejor que podemos hacer para inspirar a los demás a que se animen a viajar, es derribar con el mito de que viajando todo es color de rosa. No, lo que te sucede viajando es lo mismo que te puede suceder sin viajar. Cuánto menos idealices, mejor lo vas a vivir.
A nosotros el viaje por un lado nos fortaleció como pareja y por otro lado, nos hizo conocernos tanto al mismo tiempo que fuimos cambiando, que a veces hasta nos desconocemos. Pero aquí estamos, priorizando el amor que nos une hace casi una década. Besos a los tres de parte de los cuatro!! 🙂
Huy ya me estaba asustando, pues yo soy de los que piensan que el matrimonio es para toda la vida , y que bueno gracias a Dios que siguen juntos , sentía como un vacío en el estomago, por ejemplo yo tengo veinte años de casado y cada día siento que nos queremos mas , saludos y que Dios me los bendiga estando juntos por siempre.
¡Hola Juan! No te asustes, fue solo un «respiro» jejeje 🙂
Vir, comparto todo lo que escribis. Mientras leia parecia que hablabas de nosotros. Realmente es toda una aventura viajar con tu pareja y estar las 24 horas juntos, pero los consejo que dan son muy muy utiles. Yo creo que el mas importante, es el de respetar los tiempos del otro, con ese se solucionan muchas cosas. Gracias por compartir con nosotros, me encanto leerte.
¡Hola Nico! De seguro que muchos se sintieron identificados con estas palabras porque hay problemas de pareja que es algo de todos. A tomar apunte de estos consejos para que sigan viajando en pareja! Abrazos a los tres. 🙂
Chicos!!!!!
Increíble su fortaleza, los aprecio muchísimo, y ojalá sigan felices….No sé que mas agregar a los comentarios anteriores…. admito que primero me dio tristeza, un «pucha no!!!!!!!», pero estimo que será para bien.
Y a ser feliz se aprende!!!!!
Besotes….
¡Hola Zulma! Gracias por tus lindas palabras! Seguimos viajando juntos a pesar de todo. 🙂
Esa!!! Yo también creo que la clave es la calma, dejar tiempo, y si, días sin hacer nada. Recuerdo de decirle a Marià: Necesito tener un día de fiesta a la semana. Un día para no hacer nada, o hacer lo que yo quiera hacer. Parece raro, por que como estamos viajando «ya estás de vacaciones» te dicen, pero no, estás todo el día haciendo cosas en común. Así que a nosotros lo que nos ha funcionado muy bien es, si estamos en un lugar que nos gusta, pues nos quedamos uno o dos días para que cada uno haga lo que le apetezca. Y funciona. 😀 Un abrazo y que no decaiga!!! Esto recién empieza!!!! 😀
Si, tal cual Marta… uno necesita uno o dos días de hacer lo que quiera sin tener que estar tomando decisiones con el otro. Por más que estemos viajando, no es todo color rosa y las situaciones adversas te van desgastando… y cuando los dos están mal, es pura dinamita! ¡Se fueron muy para el norte! Vamos a ver cuándo nos volvemos a cruzar! Abrazos a los dos 🙂 🙂
Hola Virginia y Alejandro, que buena experiencia como van creciendo, y lo puedan expresar con el corazón, los felicito y adelante a seguir pedaleando, ir día a día, la vida es un suspiro. Un abrazo los recuerdo con mucho cariño. Susana
¡Hola Susana! Muchas gracias por las lindas palabras!! Nosotros también te recordamos! Un abrazo 🙂
Perdon si parezco extraña con esta pregunta pero que paso con Pioja y Pumba durante esta separacion? con quien se quedaron?
¡Hola Elizabeth! Pioja y Pumba se quedaron conmigo (Vir). Saludos